Hace 40 años la Organización Mundial del Turismo (OMT) decidió establecer el 27 de septiembre Día internacional del Turismo. Desde
1980, países, regiones, ciudades y colectivos relacionados con lo turístico, celebran
este día con diferentes actividades, más de carácter festivo y conmemorativo que
de análisis y reflexión, en torno a un lema o mensaje institucional que la OMT
propone en cada convocatoria, incluyendo, entre otros temas, el turismo y la transformación
digital (2028), sostenibilidad (2017) o la accesibilidad (2016).
Este año la OMT nos invita a reflexionar sobre el
valor económico del turismo, su capacidad de crear empleo y, en el ámbito de
los Objetivos Globales de Desarrollo Sostenible, de promover un crecimiento
sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo
decente para todos (ODS8).
Que el Patrimonio Cultural juega un papel
fundamental en lo turístico no es nuevo. Ruinas y Monumentos motivaron a los
primeros viajeros del siglo XVIII a iniciar su Gran Tour ilustrado. Hoy, bajo
el segmento del Turismo Cultural, las mismas ruinas y monumentos, peor o mejor
conservados, restaurados o reinventados, siguen motivando a millones de
viajeros.
En 1999 la OMT abordó la relación Turismo-Patrimonio
con el lema «El turismo. Protección del patrimonio mundial para el nuevo
milenio». Pasados 20 años, el tema patrimonial sigue presente. La gran
mayoría, por no decir la totalidad, de propuestas locales de celebración de
este día en la provincia se concretan en la visita al patrimonio local o, como
mínimo, en la correspondiente jornada de puertas abiertas.
Por desgracia, el análisis y reflexión de la
relación turismo-patrimonio, el impacto económico de lo turístico en lo
patrimonial y viceversa, incluyendo renta y empleo, quedarán, en el mejor de
los casos, relegados a un segundo plano o reducidos a un discurso al uso extremo
y entre extremos de la gentrificación y banalización del centro histórico de la
ciudad, lo antiguo y lo moderno.
En un día como el que celebramos, todo político que
se precie no perderá ocasión de hacer alabanza de lo turístico como motor de
desarrollo y prosperidad. Los de Sol y Playa hablarán mucho de verano y paseos marítimos
abarrotados, pero poco de pueblos enteros vacíos el resto del año. En la Provincia
a falta de arena, agua y litoral, echaran mano del patrimonio, de sus muchos y
ricos monumentos y sus (pocos y pobres) museos, como si las piedras del pasado
fueran diamantes suficientes para que un pueblo entero viva y sobreviva, más
allá de Fiestas, puentes del Pilar y la Inmaculada.
Del turismo, el patrimonio y el empleo en cantidad y
calidad adecuada queda mucho por hacer y decir con fundamento, o lo que es lo
mismo, con datos precisos y estadísticas que, más allá de la cuenta satélite de
la cultura a nivel nacional y otros indicadores de oferta y demanda generales, permitan
hablar a nivel local de empleo directo, indirecto o inducido (que no son lo
mismo) en el ámbito del patrimonio como sector propio de la cultura.
Y si incluir la perspectiva económica en el análisis
del patrimonio (incluida la relación mutua con el turismo, así como otros
aspectos de lo intangible y la Cultura, con mayúsculas) es cosa compleja y
arriesgada sin que le tachen a uno de monetarista sin escrúpulos, hacer
otro tanto de sostenibilidad y Agenda Global sin que lo hagan de ecologista y catastrofista
es imposible y utópico.
Desde Sevilla Patrimonio tratamos de difundir la
cultura general y el patrimonio de la Provincia en particular, pero también de
llamar la atención, tanto de lo bueno o malo que se ha hecho, se hace o queda
por hacer al respecto desde nuestra propia perspectiva, unas veces razonada
desde el conocimiento (seguro que con sus equivocaciones más que aciertos), y de
otras desde la pasión encendida y el acaloramiento (por no decir calentón que
suena raro), pero siempre, siempre desde nuestro compromiso con el patrimonio,
con la salvaguarda de sus múltiples valores en el ámbito social y el
aprovechamiento sostenible de los económicos y territoriales de un bien común de y para todos. Al menos en
ello estamos, con más o menos éxito pero sin que nos falten las ganas y el
ánimo…
Continuará…