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lunes, 10 de agosto de 2020

El Cortijo de Hernán Cebolla o de La Gota de Leche

Son contados los días del año en los que la Sevilla Antigua se pasea por las calles o plazas de la Nueva, aquella al este que creció más allá de la Cruz del Campo sobre tierras de huertas, cortijos y dehesas. Hoy es uno de esos días extraños en los que uno de los últimos ensanches de la ciudad se viste de gala y crespón negro para recordar el fusilamiento de Blas Infante.

Cortijo de Hernán Cebolla o de La Gota de Leche

Se hablará mucho del Padre de la Patria Andaluza, de su muerte y circunstancias, incluyendo el Cortijo de Hernán Cebolla como escenario trágico de aquellos días, hoy declarado Bien de Interés Cultural como Sitio de la Memoria Histórica e incluido en el Catálogo Periférico del PGOU con escaso desarrollo. De su historia y memoria, la del “cortijo”, nos ocupamos hoy a modo de introducción de próximas entradas.

Pabellón del Aceite. Exposición Iberoamericana. Fuente: ABC 29/07/1982.

Poco sabemos del personaje histórico que da nombre el “cortijo”. Hernán Cebolla o Cebollilla, fue padre de Alonso Fernández Cebollilla, uno los valerosos sevillanos que siguieron a D. Alonso Pérez de Guzmán a Marruecos en 1276 [1] y acompañaron en 1288 a Doña María Alonso Coronel a España [2]. De su memoria quedó la heredad de Hernán Cebolla, bien nombrada en la comarca según Zúñiga.

La Gota de Leche y su entorno. 1950s

Las tierras de Hernán Cebolla se extenderían por buena parte de las barriadas del actual Distrito Norte de Sevilla y el barrio de Sevilla Este, incluyendo la Hacienda de Campo Rico, cuyo propietario en 1869, el duque de Luque se refiere a Campo Rico y Hernán Cebolla como una única propiedad [3]. Aparecen también como propietarios de al menos parte de las tierras de Hernán Cebolla otros personajes ilustres de Sevilla como Ignacio Sánchez Mejías e Ildefonso Marañón y Lavín, que tanto tuvieron que ver con los orígenes del Viejo y Nuevo Aeropuerto, y los barrios de Alcosa y Sevilla Este.

La Gota de Leche y su entorno. 1970s

Del “Cortijo” poco que decir, pues de cortijo, cortijo como los del entorno y la arquitectura popular, parece tener poco. Según Abel Infanzón [4] el edificio sería obra de Vicente Traver y Tomás, autor también de otros edificios singulares de la Vieja Sevilla como el Casino de la Exposición, iglesias de Corpus Christi o los Almacenes de Banesto, entre otros. Se inspiraría Traver para este proyecto en uno de los edificios emblemáticos de la arquitectura blanca de Juan Talavera, el desaparecido Pabellón del Aceite de la Exposición Iberoamericana. El edificio se construyó entre 1929 y 1930, colocando la primera piedra la mismísima reina Victoria Eugenia un 2 de noviembre de 1929 a las cuatro de la tarde, hora extraña para una jornada regia [5].

La Gota de Leche y su entorno. 2010s

No sabemos si hubo un cortijo anterior que llevará el nombre de Hernán Cebolla sobre la finca en la que se alza el edificio actual, que sí consta como Huerta de Clarisas de Sevilla y sede de la Institución Benéfica de la Gota de Leche. El único edificio que toma el nombre del personaje es la Casa o Hacienda de Hernán Cebolla a poco más de 2 km. De esta edificación nada queda salvo los restos del aljibe y pozo de su huerta frente al Palacio de Congresos de Sevilla, víctima como la Hacienda de Buena Esperanza de la piqueta en aras del nuevo Polígono Residencial Aeropuerto de los 80 del pasado siglo, hoy Sevilla Este [6].

 

[1] Anales eclesiásticos y seculares de la muy noble y muy leal ciudad de Sevilla que contienen sus más principales memorias desde el año de 1246 hasta el de 1671 formados por Diego Ortiz de Zúñiga. Madrid, Imprenta Real 1677. Libro I. página 113.

[2]  Libro I. página 145.

[3] Documentación relativa a la reclamación presentada por Cristóbal Fernández de Córdoba Rojas, VIII conde de Luque, contra el deslinde practicado en la vereda llamada de Carne o Cordel, que atraviesa la hacienda de Campo Rico en Sevilla, de su propiedad. 1869.

[4] ABEL INFANZÓN. El cortijo de Hernán Cebolla o Gota de Leche, de Vicente Traver. ABC de Sevilla (29/07/1982).

[5] La Vanguardia (03/11/1929).

[6] SEVILLA PATRIMONIO (2020). Patrimonio Cultural al Este de Sevilla.


 

domingo, 26 de julio de 2020

Patrimonio cultural al Este de Sevilla

Fiel a su destino de ciudad capital y metropolitana, Sevilla saltó la muralla para reconvertir huertas en nuevas parroquias y barriadas. Abatidas sus murallas en aras de la modernidad, la ciudad siguió creciendo como mancha de aceite en forma de nuevos espacios para el vivir o el trabajar y lograr así el sueño de la industrialización. En este proceso de ensanche general y en particular en su vertiente oriental, surgieron barrios y polígonos industriales sobre antiguas tierras de olivar, viña, cereal y dehesas.

Glorieta de las Brigadas Internacionales. Restos de la Huerta Hernán Cebolla
Hoy, una ciudad empeñada en no ver más allá de la muralla y el fielato de la Cruz del Campo, o en el mejor de los casos victima de la mirada miope hacia su arrabal más temprano y monumental del catálogo regionalista de su entorno cercano, no es capaz de mirar y menos reconocer, una parte de su historia y su cultura, por negar la de barrios como Amate, Su Eminencia, Palmete, Alcosa, Torreblanca o Sevilla Este, entre otros.

Esta parte de la ciudad, o mejor dicho, de la historia de Sevilla, por nacer en la baja cuna de la distancia fue en su día juzgada y sentenciada por el Santo Tribunal a una doble condena: la del estigma de su desarrollo imposible y la del olvido. Los que vivimos al oriente, portamos así como muestra de nuestra pena doble sambenito, el de la miseria o la desarticulación de la trama urbana según barrios, y el del vivir más al oeste de Córdoba que al Este de Sevilla.

Nunca es tarde para presentar el correspondiente recurso extraordinario por nueva prueba y romper cadenas. Allende de la muralla y los ensanches, en esta Nueva Sevilla queda mucho por decir y hacer en materia de patrimonio cultural. Primero conocer y reconocer lo que de ese pasado también glorioso heredamos y segundo descubrir lo que la arqueología y la documentación histórica nos enseñe como propio.

Haciendas y cortijos. Monumentos de la rururbanidad de Sevilla
De un pasado agropecuario no muy lejano, a penas cincuenta años pasados, nos queda una amplia lista de haciendas y cortijos que constituyen un primer conjunto patrimonial de valor arquitectónico y etnográfico que llega a nuestros días con diferente suerte.

Cortijo de San Ildefonso. Parque Tamarguillo. Alcosa
De algunas haciendas el nuevo barrio o polígono heredó su nombre como Amate, La Negrilla o su Eminencia. Las dos primeras cedieron su espacio a la urbanización, desapareciendo como en su día hicieron las de Buena Esperanza, San José y Hernán Cebolla. Su Eminencia sigue presente reconvertida a equipamiento municipal, igual que Santa Barbara y la del Pino o San Antonio rodeadas de viviendas o naves industriales. La del Rosario, condenada y presa del correspondiente vallado de seguridad, sigue esperando su rehabilitación o derribo; mientras que el cortijo de San Ildefonso, víctima recurrente del expolio y vandalismo urbano, perdió toda esperanza de ser centro de actividad cultural del nuevo parque del Tamarguillo.

Tampoco corrieron mejor suerte las haciendas y cortijos más alejados de la ciudad; a ellos llegó también la urbanización como en el caso de la Hacienda de Los Espartales, hoy como no podía ser de otra forma, polígono homónimo. Otras simplemente desaparecieron o se reconvirtieron a nave agrícola, como la del Mogollón. Muy pocos mantienen su función original y siguen siendo en mayor o menor medida complejos agrícolas como la Hacienda de La Caridad.

El Patrimonio Industrial. Tareas pendientes
El futuro de otros edificios singulares como el de Cooperativa Algodonera de Nuestra Señora de Los Reyes en Alcosa, siguen siendo objeto de polémica y buen ejemplo de una mala gestión patrimonial incapaz de mediar entre la propiedad privada, la administración pública y el movimiento vecinal que reclama su protección y rehabilitación.

Antigua Cooperativa Algodonera de Nuestra Señora Virgen del Los Reyes
Ejemplo también de lo mucho que queda por hacer es la falta de señalización de los uno de los elementos que en su día no fueron objeto de derribo. Ahí quedan los restos de parte de la infraestructura hidráulica de la huerta de Hernán Cebolla, sin que se entienda la relación entre este personaje histórico de la reconquista y las brigadas Internacionales que dan nombre a la rotonda donde se ubican. Tampoco se entiende que no se haya profundizado en su conocimiento y difusión, su relación con otro elemento propio del patrimonio como los Caños de Carmona que iniciaban su recorrido frente a la Hacienda de Santa María y del que tomaban agua molinos como los de la Jara en las tierras de Buena Esperanza, hoy Sevilla Este.

Más ejemplos de tareas pendientes en torno al patrimonio cultural de esta parte de Sevilla lo encontramos precisamente en lo industrial. Lo que hoy es el barrio de Sevilla Este fue antes Polígono Aeropuerto por su proximidad al nuevo pero también al viejo. Del viejo por no quedar no queda ni el reconocimiento local como tampoco del conocimiento de la relación del nuevo con el barrio así como de la existencia de otro edificio cercano como el Hospital Universitario de San Pablo, hoy ruinas y espacio de encuentro de los amantes de lo paranormal.

El patrimonio arqueológico. Ese gran desconocido
Cuenta también esta parte de Sevilla con su patrimonio arqueológico. Ahí están los restos diseminados de su pasado romano en el entorno de la Hacienda del Rosario y las piezas encontradas en el Cortijo de San Ildefonso. Pero si hay una parte fundamental de este patrimonio, pisoteada en su sentido literal y figurado, esa es la Vía Augusta; el camino viejo de Carmona a Sevilla que hoy perdura como vía de comunicación agraria y ruta ciclista entre Torreblanca y Tarazona, pero del que muy poco conocemos y en el que ni academia ni la administración competente han puesto especial interés.

Camino Viejo Sevilla-Carmona. Vía Agusta. Torreblanca
En próximas entradas ampliaremos información de estos y otros hitos del patrimonio con el objeto de dar visibilidad y cuenta del valor patrimonial de Distritos como Cerro-Amate y Este-Alcosa-Torreblanca en los que vive una parte nada despreciable de la población de Sevilla, concretamente, el 30%, cerca de 200.000 personas con voz y voto, también con relación a la política cultural y la gestión del patrimonio.

miércoles, 12 de febrero de 2020

La Hacienda Rosario (2)

Hacienda Rosario (2018)

Hace dos años hablamos de la Hacienda Rosario [1]. Dimos cuenta de sus valores culturales y patrimoniales reconocidos en el inventario del Patrimonio Andaluz [2], apuntamos otros de carácter inmaterial relacionados con la historia local, así como de su tratamiento en la planificación urbanística [3,4].

Denunciamos explícitamente su estado de deterioro con la esperanza de evitar su desaparición tal y como ocurrió con otros cortijos y haciendas singulares del entorno, y reactivar su rehabilitación. Lo hicimos en el ámbito del día del libro y la lectura, recomendado la obra de Miguel Martorell “Duelo en Sevilla”.

Hoy volvemos a hablar de la Hacienda Rosario, con la pesadumbre y tristeza de conocer la pérdida de un proyecto de vida cegado por el derrumbamiento de uno de sus tantos muros a punto de ceder [5].

Las primeras noticias hablaban del Cortijo de Palmete, cosa que nos extrañó pues de dicho cortijo, situado en la barriada homónima y no en Torreblanca, apenas si quedan cuatro piedras en el suelo. Seguimos con la mosca tras de la oreja y tras revisar los medios, confirmamos nuestra sospecha. Confesamos que no nos atrevimos a volver a la Hacienda para comprobarlo, una cosa es verla en ruina, repleta de basura, escombros y pintadas, y otra teñida de sangre.

Nos extrañó la referencia explícita a Rosario en las noticias. Nos resultaba raro que un espacio tan singular no fuera identificado como tal, tanto que incluso nos atrevimos a pensar que desde los promotores públicos y privados de los diferentes proyectos de desarrollo de su entorno en forma de nuevo Distrito Municipal, ejemplo de modernidad y una nueva Sevilla inteligente y verde, se hubiera puesto en marcha una posible estrategia específica de comunicación para no vincular el incidente a la marca “Hacienda Rosario”.

No hay mayor desgracia que la pérdida de una vida humana, sean las que sean sus circunstancias. Ante ésta, lo más probable es que la Hacienda Rosario acabe en el suelo, como la Negrilla, Amate o Buena Esperanza en su día, objeto de pico y pala, perdiendo, en el ámbito del patrimonio cultural, una parte de nuestra historia.

Es duro decirlo, pero quizás lo que ha ocurrido, sirva para algo. Si el accidente y muerte sin sentido de Julén en Totalán llevó a revisar y clausurar un buen número de pozos en toda Andalucía, con la de Moisés, los propietarios como responsables del estado de los inmuebles, así como las autoridades competentes en la salvaguarda de sus valores históricos o culturales, vuelvan la mirada hacia otros edificios similares.

La lista del patrimonio provincial está llena de hitos de alto valor, muchos figuran en los listados del patrimonio en riesgo pero también como la Hacienda Rosario representan un riesgo importante para la seguridad de las personas que se acercan a ellos buscando el ocio ilícito, el reencuentro con el pasado, o una simple jornada de exploración de la ruina urbana o rural, como nueva experiencia urbex o rurex.

Haciendas y Cortijos como La Mejorada Baja en Los Palacios y Villafranca, Fuentes y Cuatro Vientos en Los Molares, así como viejos castillos y atalayas como la Lopera y Torre del Águila en Utrera, son, entre otros, edificios de interés patrimonial que siguen, ante la pasividad de unos y otros, el mismo camino que la Hacienda Rosario.

Aprendamos de nuestros errores y evitamos más pérdidas.

[1] Sevilla Sabe (2018). La Hacienda Rosario (1)
[2] Guía Digital del Patrimonio Histórico Andaluz. IAPH
[3] PGOU de Sevilla. SUS-DE-09 HACIENDA EL ROSARIO
[4] PGOU de Sevilla. 10. YACIMIENTO: HACIENDA DELROSARIO
[5] ABC de Sevilla (11/02/20)

jueves, 9 de enero de 2020

Capillas y Campanas de la campiña sevillana


Seguimos ofreciendo algunas pinceladas del patrimonio desconocido de la provincia de Sevilla en el ámbito de sus Cortijos y Haciendas. Si la crónica de la nevada del año 1954 sobre cerámica del Cortijo de Troya [1] nos llamó la atención sobre otros elementos de interés patrimonial al margen del relato tradicional de corte arquitectónico o monumental, hoy presentamos otro elemento singular de Troya que  nos recuerda el vacío de conocimiento sobre esta categoría patrimonial, en general, y de su torre, catalogada como Bien de Interés Cultural, en particular [2].

Con relación al resto de torres asociadas a la banda morisca, la Torre de Troya presenta características singulares que merecerían, sin duda, un capítulo propio para desarrollar, entre otras cuestiones, su origen, su arquitectura y función, así como su evolución como proceso de adaptación a los diferentes contextos históricos del territorio.

Torre de Troya (BIC). Imagen: ARG

Catalogada más como atalaya singular por sus dimensiones y similar a otras cercanas como la del Águila y la Lopera en Utrera [3], que como posible torre del homenaje y núcleo principal de conjunto defensivo como en el caso del Castillo de Marchenilla en Alcalá de Guadaira [4] o el de las Aguzaderas en El Coronil [5], la Torre de Troya aparece hoy integrada en el conjunto agropecuario construido como en el caso de otras cercanas en el Cortijo Torre Marisma y las Salina de Valcargado también en Utrera [6].

Con el abandono de su función defensiva, la Torre de Troya serie espacio adaptado a diferentes usos, incluyendo el actual como simple almacén de aperos y leñera, y el que hoy nos ocupa, antiguo oratorio público en forma de capilla rural, como nos señala la espadaña que remata la torre sobre un conjunto de almenas y merlones piramidales.

Campana de Troya. Detalle. Imagen: ARG

Cuenta la espadaña con el vano correspondiente donde podemos observar una campana de Zacarías Dietrich, notable fundidor de Artillería de su Majestad en Sevilla en el siglo XVIII, que como otros maestros extranjeros trataron de introducir nuevas técnicas del afinado del cobre en la Real Fundición de Sevilla. Dietrich, desanimado por sus resultados en lo pirotécnico, parece ser que ejerció más de campanero que de artillero, a tenor de la diversidad de campanas que fabricó en distintas localidades de la provincia, incluyendo, Sevilla, Carmona, Utrera y Alcalá de Guadaíra, antes de su regreso definitivo a Alemania.

La campana de Troya sería un ejemplo de la producción de Dietrich realizada en 1792 de acuerdo con su inscripción; cuenta además con adornos figurativos de San Isidro Labrador y la Virgen de Consolación, igual que la campana, muy parecida en forma y dimensiones, aunque en peor estado de conservación, que podemos observar en la capilla del Castillo de Marchenilla, en este caso, con la imagen de Nuestra Señora del Águila, posiblemente del mismo Dietrich.

Castillo de Marchenilla. Imagen: ARG

Del culto en la capilla de Troya, poco podemos decir de momento, salvo que a finales de XVIII contaría con su correspondiente campana. De la capilla de Marchenilla sí hemos encontrado referencias a la correspondiente solicitud para decir misa en el siglo XVII. También hemos encontrado referencias sobre el funcionamiento de otras capillas como la existente a principios del XIX en la Fábrica de Sal (Salinas de Valcargado), hoy desaparecida, incluida su campana, así como la de la Hacienda Mejorada Baja de Los Palacios y Villafranca [7], entre otras.

En próximas entradas aportaremos detalles de capillas similares y sus campanas en otros cortijos y haciendas de la provincia. Nos quedamos de momento con varios aspectos importantes: 1) La necesidad de completar la caracterización patrimonial de estos complejos más allá de lo arquitectónico, sobre todo en aquellos en los que su catalogación como BIC, sería, además de necesario, obligatorio y 2) la incorporación a dicha caracterización de un enfoque territorial de relaciones y similitudes con otros complejos de la comarca.

Campana de Marchenilla. Detalle. Imagen: ARG
+INFO

[2] SEVILLA PATRIMONIO. Troya es nombre de mujer
[3] SEVILLA PATRIMONIO. Las Torres del Águila y laLopera
[5] SEVILLA PATRIMONIO. Fuente y Castillo de las Aguzaderas
[6] SEVILLA PATRIMONIO. Sevilla, cuna de sal y salinas
[7] SEVILLA PATRIMONIO. Hacienda de la Mejorada Baja

miércoles, 8 de enero de 2020

La Gran Nevada de 1954: Retablo cerámico y relato meteorológico y patrimonial


Que las Cortijos y Haciendas de la provincia cuentan con un notable valor cultural es cosa obvia y más que sabida; otra es que dicho valor sea reconocido, elevado a patrimonio y que dicha patrimonialización sea algo más que ampliar una determinada lista o catálogo con la inscripción de un nuevo elemento de valor histórico con carácter general, arquitectónico, arqueológico, industrial o etnológico, en particular.

Cortijo y Torre de Troya. Imagen: Antonio Rúa

Troya [1] es un buen ejemplo de cada uno de estos valores particulares; su torre también lo es del ejercicio fácil de inscripción y catalogación como Bien de Interés Cultural, así como del difícil y complejo de su conservación sin que medie entendimiento entre la propiedad, las administraciones, a veces poco competentes en sus competencias, y otros actores del territorio a escala local del municipio (El Palmar de Troya) y comarcal (El Bajo Guadalquivir).

Cortijo de Troya. Detalle. Imagen: Antonio Rúa

Pero hoy no hablaremos de Troya y su vinculación con la Banda Morisca, tampoco de la riqueza arqueológica de su entorno o su paisaje, ni su arquitectura. Nos ocuparemos de uno de sus elementos cerámicos, en este caso, no de devoción, ni tampoco homenaje a la propiedad, sino relato extraordinario de aquella nevada histórica del 1954.
Patio y Jardín de Troya. Imagen: Antonio Rúa

Por estas fechas, cuando ya entrado el invierno el frío se hace sentir, la prensa local y las redes sociales se llenarán de las correspondientes crónicas locales e imágenes con más blanco que negro de los primeros días de febrero de 1954. No haremos aquí narrativa de lo meteorológico y lo anecdótico, pues desde Maldonado hasta los cronistas locales ya lo hicieron y seguirán haciendo cada año.

Cortijo de Troya. Crónica de la nevada de 1954. Imagen: Antonio Rúa

Nos limitaremos a presentaros un ejemplo de esos valores que como tesoros quedan por descubrir en el medio rural, un conjunto de 40 azulejos relato de aquel episodio meteorológico, y que de la mano de la Fábrica de Cerámica de Ramos Rejano de Triana [2] y la iniciativa de Doña Regla Miura y Hontoria, esposa de Don Carlos Piñar y Pickman, dueña de la Finca de Troya, llega a nuestros días como crónica singular y única en forma de retablo y legado.

EN EL AÑO DE 1954 SIENDO LA SRA. DÑA. REGLA MIURA Y HONTORIA, ESPOSA DEL SR. D. CARLOS PIÑAR Y PICKMAN, DUEÑA DE ESTA FINCA DE TROYA DEL TÉRMINO DE UTRERA [3], ACAECIERON ACONTECIMIENTOS ATMOSFÉRICOS SIN PRECEDENTES CONOCIDOS POR LAS GENERACIONES ACTUALES NI NOTICIAS CONCRETAS DE ESTA CATEGORÍA EN EL PASADO.
AL COMENZAR ENERO Y DURANTE VEINTE DÍAS SE PRODUJERON CONSECUTIVAMENTE HELADAS QUE LLEGARON A TRES GRADOS BAJO CEROS, VINIENDO LA LLUVIA DURANTE DOS DÍAS A CONTINUACIÓN, LO QUE MEJORÓ EL ESTADO DEL CAMPO, PERO EL DÍA 30 SE REPRODUJERON LAS HELADAS, LLEGANDO … A CINCO GRADOS BAJO CERO, Y EN LA TARDE DEL DÍA 2 DE FEBRERO UNA NUBE CONTIGUA CASI NEGRA CUBRIÓ EL CIELO, EMPEZANDO A LLOVER CON VENTISCA ENORME TRANSFORMADA EN TREMENDA NEVADA QUE EMPEZÓ A LAS NUEVE DE LA NOCHE Y SIGUIÓ SIN INTERRUPCIÓN HASTA LA MISMA HORA DE LA MAÑANA: ALCANZO LA NIEVE UNA ALTURA DE MÁS DE TREINTA CENTÍMETROS Y EN ALGUNOS SITIOS HASTA CERCA DEL METRO, CONTINUA SOBRE LA TIERRA HASTA EL DÍA 8 EN QUE LA DISOLVIÓ EN SU MAYOR PARTE LA LLUVIA CAÍDA POR LA NOCHE. EL AGUA SE HELÓ EN EL CAMPO Y EN LAS TUBERÍAS, CAUSANDO LA NIEVE ENORMES DESTROZOS SOBRE TODOS LOS OLIVARES, DONDE A ALGUNOS ÁRBOLES NO LES QUEDÓ MÁS QUE EL TRONCO, PERPETUÁNDOSE TODO ESTO EN ESTA LÁPIDA PARA CONOCIMIENTO DE LAS GENERACIONES FUTURAS.
FÁBRICA, RAMOS REJANO (TRIANA) SEVILLA. XXIV-II-MCMLIV

+INFO

[1] SEVILLA PATRIMONIO. Troya es nombre de mujer
[2] RETABLO CERÁMICO. Fábrica de Manuel RamosRejano.
[3] Actualmente término municipal del Palmar de Troya.
ALMAGRA. Paseo por El Palmar de Troya


sábado, 31 de agosto de 2019

Troya es nombre de mujer

Troya es nombre de mujer, como el de la piedra blanca y caliza que se alza como atalaya rodeada de Marisma y Campiña Sevillana; de agua dulce de fuente clara y corriente salada que viaja entre matrinches y acequias; dehesa de encina y retama, raza brava y yeguada, parcelas y colonización; espiga de tierra calma, aceituna y viña, triada que alimenta y crea cultura mediterránea.

Torre y Cortijo de Troya (El Palmar de Troya, Sevilla)

Troya es nombre de mujer, como el de Clio, musa de la historia y la poesía heroica, hija de Mnemósine, la Memoria, nieta de Gea, la Tierra; de mitología y religión de antiguas civilizaciones que dejaron huella en la toponimia local, lascas y vasijas de cerámica desparramada por la ladera; de Tartessia y Bética, de rústica, villa y alquería; de banda morisca, raya jalonada de torres y defensa medieval; de fortaleza alta y columna de rosa de vientos que guiña a la Lopera, la Ventosilla, Ruchena y Marisma.

Torre y Cortijo de Troya (El Palmar de Troya, Sevilla)

Troya es nombre de mujer, como el de las Dueñas de la nobleza medieval y la Baja Andalucía, matriarcado de Ponces y Guzmanes, de alianzas y riñas, seguido de Bohórquez y Bécquer y el marquesado de Ruchena; el de las familias de la historia reciente y burguesa de Utrera, Cuadra, Gutiérrez y Ría que continua desde Sevilla con Miura, Hontoria y Piñar y la brisa sanluqueña de Argüeso y Hortal.

Torre y Cortijo de Troya (El Palmar de Troya, Sevilla)

Troya es nombre de mujer, como el de María, Reyes y Blanca Argüeso Liñán, patronas de Troya que escriben una nueva página en su historia empeñadas en mantener viva la tradición familiar, la salvaguarda de la riqueza cultural de interés general, la lista del patrimonio histórico andaluz y la memoria de Troya y su gente.

Torre y Cortijo de Troya (El Palmar de Troya, Sevilla)


lunes, 24 de junio de 2019

Hacienda de La Mejorada Baja


La Mejorada Baja es hacienda olvidada; como la mayoría de las cosas del campo, rasgada y rota por el tiempo y la mala memoria.

Hacienda La Mejorada Baja. Los Palacios y Villafranca

La Mejorada es hoy ruina y peligro de derrumbe, anuncio de cartel monocromo en muros otrora engalanados de filigranas y estucos.

Hacienda La Mejorada Baja. Los Palacios y Villafranca

La Mejorada es ejemplo hasta la saciedad de arquitectura rural, archivo de historia e historias de la tierra llana de los Palacios y Villafranca; salpicada de aceite, vino y agua de marisma y Guadalquivir.

Hacienda La Mejorada Baja. Los Palacios y Villafranca

La Mejorada es otro paraíso perdido de tapia, ladrillo y cerámica; gañanía y señorío; reclinatorio campesino y oratorio de burguesía agraria.

Hacienda La Mejorada Baja. Los Palacios y Villafranca

La Mejorada es roja como la tierra que la rodea, azul como el cielo que la cubre, dorada como el oro líquido de molino y bodega, bandera tricolor palaciega y villa franca; venganza de olivo sobre la prensa de viga y torre contrapeso que al capacho aplasta.

Hacienda La Mejorada Baja. Los Palacios y Villafranca

La Mejorada es ejemplo hasta la saciedad de nuestro patrimonio rural; de reivindicación de los espacios singulares del territorio y la cultura; oportunidad casi perdida de reconciliar pasado y presente, unión de sabor con saber antiguo y futuro.

Hacienda La Mejorada Baja. Los Palacios y Villafranca
+INFO:

Lista Roja del Patrimonio. Hispania Nostra
Guía digital del Patrimonio Cultural de Andalucía. IAPH
La Mejorada Baja. Sevilla Sabe