jueves, 18 de noviembre de 2021

Antonio Cruzado González: Pasado y futuro de los Palacios y Villafranca


El pueblo de los Palacios y Villafranca es pródigo en el reconocimiento a las jóvenes promesas del deporte, el flamenco y la poesía. No hay gala deportiva, flamenca o literaria que no arranque con la entrega del correspondiente galardón al futuro artístico y deportivo de lo palaciego.

Por eso cualquier otro reconocimiento a un personaje relacionado con lo antiguo y la historia, su patrimonio material o inmaterial, y su cultura más auténtica, nos llena de satisfacción. Es el caso del próximo, más que merecido y nunca suficiente, homenaje a Don Antonio Cruzado González, cronista oficial, sempiterno y perpetuo de su pueblo, que tendrá lugar el próximo 22 de noviembre, en un establecimiento también insignia y señero de la cultura palaciega más sabrosa, el restaurante Manolo Mayo.

Y es que más allá de la persona, Don Antonio Cruzado es personaje ilustre de la historia y la cultura palaciega como los muchos que investigó y presentó a sus vecinos; su obra monumento y monumental que nos dio a conocer tantos y tantos lugares de la memoria de su pueblo que acabó por cautivarnos y encadenarnos de por vida al patrimonio histórico de Villafranca de la Marisma y Los Palacios.

Las jóvenes figuras de la cultura y el deporte que hoy admiramos y tanto celebramos son tan importantes para el futuro de los Palacios como la de Don Antonio Cruzado González; tanto que sin su obra, sin el relato histórico del pasado de su pueblo, su callejero, lugares y personajes, sería imposible proyectar desde el presente su futuro.

Nos alegramos de este nuevo reconocimiento a Don Antonio Cruzado González y nos sumamos a lo que creemos debería ser el sentimiento general de sus vecinos, el agradecimiento sincero por enseñarnos a amar a un pueblo, su pueblo, Los Palacios y Villafranca.

 

 

 

Un nuevo Centro Cívico para Sevilla Este

 


Sevilla Este es uno de tantos Nuevos barrios de la Vieja Sevilla en el que ni la sombra de la Giralda ni el repique de sus campanas asoman. La “sevillanía”, lo “sevillano” y las “sevillanas maneras” parecen ser cosa de “aquende” de la muralla y un arrabal histórico que muere en el templete de la Cruz del Campo.

Por no haber monumentos históricos y su único palacio –el de Congresos y Exposiciones- estar consagrado a lo moderno, Sevilla Este no figura en ninguna guía o ruta monumental ni de lo antiguo, ni parece tener historia. La Hacienda de Buena Esperanza, la casa de Hernán Cebolla y sus molinos, fueron presa de la piqueta en los 80 del siglo pasado, mientras que en el presente, otra piqueta más poderosa, la del olvido, amenaza a San Ildefonso, Valdeleón y otros “monumentos” de su patrimonio industrial como la Cooperativa Algodonera de Nuestra Señora de Los Reyes.

En Sevilla Este, lo municipal, se concentra en lo verde de sus parques y plazas y el césped artificial de sus instalaciones deportivas, que no está mal; en construir un nuevo Centro Cívico, que tampoco viene mal; y en hacer de la cultura actividad social en forma de taller, velada musical y cine de verano, cuando no recital de campanilleros en las plazas de la Navidad, que está no mal, sino fenomenal.

Sevilla Este sigue creciendo, quizás más que cualquier otro barrio de Sevilla, y por tanto siguen y seguirán creciendo las colas en su única oficina de correros, en la oficina del paro, en las paradas de los pocos autobuses que hacen de la ida y la vuelta una autentico camino de peregrinos, por no decir vía crucis y quinario hasta la Cruz del Campo. Siguen y seguirán creciendo también las colas de coches en la entrada y salida hacia la carretera de Málaga y la de Madrid, cuellos de botella y puntos calientes de un plan de movilidad más pensado para la Vieja que la Nueva Sevilla.

Desde Sevilla Patrimonio nos congratulamos del inicio de las obras del nuevo centro Cívico de Sevilla Este, pero también nos preguntamos cuándo llegarán las infraestructuras que ensanchen las entradas y salidas a la otra Sevilla, los nuevos equipamientos que faciliten algo tan simple como recoger una carta o paquete postal, presentar una demanda de empleo, pedir un certificado de empadronamiento, o una consulta presencial a la Agencia tributaria sin tener que ir a San Pablo.

Nos preguntamos también porqué limitamos la actividad de su Palacio de Congresos a una programación eventual y discontinua pensada más por y para proyectar lo sevillano y menos en por y para construir y dar sentido a su barrio. ¿Es qué no hay gente en Sevilla Este, no hay suficientes empresas ni emprendedores, no hay artistas ni arte suficiente para que llenar un teatro, formar o motivar, y hacer exposiciones en sus salas durante todo el año?