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Hacienda Rosario (2018) |
Hace dos años hablamos de la Hacienda Rosario [1].
Dimos cuenta de sus valores culturales y patrimoniales reconocidos en el
inventario del Patrimonio Andaluz [2], apuntamos otros de carácter inmaterial
relacionados con la historia local, así como de su tratamiento en la
planificación urbanística [3,4].
Denunciamos explícitamente su estado de deterioro
con la esperanza de evitar su desaparición tal y como ocurrió con otros
cortijos y haciendas singulares del entorno, y reactivar su rehabilitación. Lo hicimos
en el ámbito del día del libro y la lectura, recomendado la obra de Miguel Martorell
“Duelo en Sevilla”.
Hoy volvemos a hablar de la Hacienda Rosario, con la
pesadumbre y tristeza de conocer la pérdida de un proyecto de vida cegado por el
derrumbamiento de uno de sus tantos muros a punto de ceder [5].
Las primeras noticias hablaban del Cortijo de
Palmete, cosa que nos extrañó pues de dicho cortijo, situado en la barriada homónima
y no en Torreblanca, apenas si quedan cuatro piedras en el suelo. Seguimos con
la mosca tras de la oreja y tras revisar los medios, confirmamos nuestra
sospecha. Confesamos que no nos atrevimos a volver a la Hacienda para comprobarlo,
una cosa es verla en ruina, repleta de basura, escombros y pintadas, y otra
teñida de sangre.
Nos extrañó la referencia explícita a Rosario en las
noticias. Nos resultaba raro que un espacio tan singular no fuera identificado
como tal, tanto que incluso nos atrevimos a pensar que desde los promotores públicos
y privados de los diferentes proyectos de desarrollo de su entorno en forma de
nuevo Distrito Municipal, ejemplo de modernidad y una nueva Sevilla inteligente
y verde, se hubiera puesto en marcha una posible estrategia específica de
comunicación para no vincular el incidente a la marca “Hacienda Rosario”.
No hay mayor desgracia que la pérdida de una vida
humana, sean las que sean sus circunstancias. Ante ésta, lo más probable es que
la Hacienda Rosario acabe en el suelo, como la Negrilla, Amate o Buena
Esperanza en su día, objeto de pico y pala, perdiendo, en el ámbito del
patrimonio cultural, una parte de nuestra historia.
Es duro decirlo, pero quizás lo que ha ocurrido, sirva para algo. Si el accidente y muerte sin sentido de Julén en Totalán
llevó a revisar y clausurar un buen número de pozos en toda Andalucía, con la de Moisés, los propietarios como responsables del estado de los inmuebles, así como las
autoridades competentes en la salvaguarda de sus valores históricos o
culturales, vuelvan la mirada hacia otros edificios similares.
La lista del patrimonio provincial está llena de hitos
de alto valor, muchos figuran en los listados del patrimonio en riesgo pero
también como la Hacienda Rosario representan un riesgo importante para la
seguridad de las personas que se acercan a ellos buscando el ocio ilícito, el
reencuentro con el pasado, o una simple jornada de exploración de la ruina urbana
o rural, como nueva experiencia urbex o rurex.
Haciendas y Cortijos como La Mejorada Baja en Los
Palacios y Villafranca, Fuentes y Cuatro Vientos en Los Molares, así como viejos
castillos y atalayas como la Lopera y Torre del Águila en Utrera, son, entre
otros, edificios de interés patrimonial que siguen, ante la pasividad de unos y
otros, el mismo camino que la Hacienda Rosario.
Aprendamos de nuestros errores
y evitamos más pérdidas.
[2] Guía Digital del Patrimonio Histórico Andaluz.
IAPH