lunes, 27 de diciembre de 2021

Romancero Navideño de Cecilia Böhl (Fernán Caballero)

Cantos, coplas y trobos populares seleccionados de Cuentos y poesías populares andaluces coleccionados por Fernán Caballero. Imprenta y Litografía de la Revista Mercantil, Sevilla 1859.

La Virgen con el Niño dormido. Ancona Sassoferrato (1609-1685). Museo del Prado.

DE CUNA (Canto)

[A la nana le cantaba
La Virgen á sus amores:
Dulce hijo de mi vida.
Perdona á los pecadores.

En los brazos de tengo
Y considero,
¿Qué será de ti, niño,
Si yo me muero!

A la puerta del Cielo
Venden zapatos
Para los angelitos
Qué están descalzos.

A los niños que duermen
Dios los bendice,
Y á las madres que velan
Dios las asiste.

Todo lo chiquito.
Me hace á mi gracia,
Hasta los pucheritos
De media cuarta.

A la Rorro, mi niño.
Mi niño duerme
Con los ojos abiertos
Como las liebres.

El niño de María
No tiene cuna,
Su padre es carpintero
Y le hará una.

No llores, Isabelita,
Que las flores se marchitan.
Isabelita, no llores
Que se marchitan las flores.

Duérmete, niño, en los brazos
Y dormirás con descanso.
Duérmete, niño, en la cuna
Y dormirás con fortuna.

Cuando era chiquita
En la cuna estaba,
Venian los angelitos
Y me besaban.

Anda vete, morito,
A la morería,
que mi niño no entiende
Tu algarabía.

Señora Santa Ana,
Señor San Joaquin
Arrullad al niño,
Que quiere dormir.

Duérmete, niño chiquito,
Mira que viene la mora
Preguntando puerta en puerta
Cual es el niño que llora.

Duérmete, niño chiquito,
Duérmete y no llores más,
Que se irán los angelitos
Para no verte llorar.

Al verte triste y malito
Se me parte el corazón,
Así cuando canto, lloro
Y se me apaga la voz.

Duérmete, niño mío
De mi corazón.
Te acompaña la Virgen
Y el niño de Dios.

Este niño chiquito
No tiene madre;
Lo parió una gitana
Y lo echó á la calle.

Niño chiquirritito
De pecho y cuna,
¿Dónde Estará tu madre
Que no te arrulla?

Duérmete, niño mío,
Duerme y no llores,
Que te mira la Virgen
De los Dolores.

Arbolito chiquito,
Échame nueces;
Échamelas á pares,
Cuatro en dos veces.

Corazoncito mio,
Calla y no llores,
Que te traigo noticias
De tus amores.]


La Anunciación. Bartolomé Esteban Murillo (1617-1682). Museo del Prado

LA ANUNCIACIÓN

[Cuando el Eterno se quiso hacer niño
Le dijo al Angel con mucho cariño:
Anda, Gabriel, vete á Galilea,
Allí verás una pequeña aldea,
Es Nazaret su gracioso apellido;
Junto á una casa hay un ramo florido;
En esa casa, que de David viene,
Hay una niña que quince años tiene;
Está casada con un carpintero,
Y aun cuando es muy pobre así yo la quiero.
Dile que quiero en ella hospedarme
Y en su seño puro tomar cuerpo y sangre.
Fue el santo Arcángel bebiendo los vientos
Hasta llegar al humilde aposento,
Le ha dado el encargo con que Dios le envía.
Dios te salve, Reina y hermosa María,
El Señor es contigo y bendita tú eres,
Única escogida entre las mugeres,
Y bendito el fruto que has de dar á luz,
El Rey de los Cielos y tierra: Jesus.]

 

 La Natividad. Federico BArocci (1535-1612). Museo del Prado

EL NACIMIENTO DE DIOS

[De casa de Zacarías
Salió la sagrada Reina,
De su esposo acompañada.
Luego que á su casa llega
Reparó un día José,
Sobresaltado y con pena,
La preñez de su muger,
Y entre sí á decir comienza:
Inmenso Dios de Israel!
Qué novedad es aquesta?
Mi esposa veo preñada;
Esto algun misterio encierra;
Pero haya misterio ó nó,
Ay Dios! Qué terrible pena!
Quiero ausentarme y dejarla,
Partiré á remotas tierras;
Mas si yo la desamparo,
¿Quién habrá de socorrerla?
Muchacha, pobre y sin padre,
El Cielo la favorezca!
Quédate con Dios, María,
Adios, carísima perla,
Que el apartarme de ti,
Sabe Dios lo que me cuesta!
Pero no puedo por menos,
Que puede mucho una afrenta!
¿Cómo he de ver en mi casa
Hijo mio que no sea?
Quiero retirarme al sueño
Mientras la hora se acerca.
Apenas José dormía,
(Bien puede decirse á penas)
Bajo el ángel San Gabriel,
Diciendo: José, despierta,
Que este divino preñado
Obra de la Omnipotencia,
Viene á Salvar á Israel
Y siglos há que se espera.
Dándole gracias á Dios,
Alegre José despierta;
Váse al cuarto de su esposa,
Libre de tan cruel sospecha,
Y postrándose en el suelo,
Así a decirle comienza:
Muy amada esposa mia,
¡Qué desgraciado que fuera
Si yo te hubiese dejado!
!qué desdichas me vinieran!

Cumplidos los nueve meses
Ha mandado el justo César
Que los padres de familia
A pagar un censo fueran,
Cada cual á la ciudad
Que fuese su descendencia.
Era José de Belén,
Y por eso de fue fuerza
De irlo á pagar allá,
De lo que á María dio cuenta
Y el sentimiento que tiene
Por estar el parto cerca.
Y la Virgen le responde:
Esposo no tengas penas,
Que el llevar vuestra compaña
Es mi mejor conveniencia.
Buscó José un jumentito
Para acomodar la Reina
Con las cosas necesarias
Y la cajita en que lleva
Las fajas para el Infante,
Por lo que Dios dispusiera.
Comenzaron su viage;
¡Ay mi Dios y quien se fuera
Con tan santa compañía,
Para gozar de más cerca
De aquellos dos serafines
Con el Sol que reverberan!
Cuando decia José:
¿Esposa que dicha es esta?
Que ha de venir con nosotros
Y ha de comer á mi mesa,
El deseado Mesías
Que anunciaron los profetas?
¿Cuándo llegará la hora
Que yo en mis brazos le tenga?
Con esos dulces coloquios
Se divertían las penas,
De tan áspero camino,
De arroyos, montes y cuestas.
Era esto por Diciembre
En tiempo que llueve y nieva,
Que aquesto permitió el Cielo
Para probar su paciencia.
Luego que en Belen entraron
Van Pidiendo puerta en puerta
Por hospicios y mesones,
Pero todos se les cierran;
Que como los ven tan pobres
Los huéspedes los desechan.
Desconsolado José,
Con su esposa se lamenta
Diciéndole, esposa mía,
Esto algún misterio encierra
Que no ha de haber quien recoja
Al Rey del Cielo en la tierra.
Salgámonos de Belen,
Que allá bajo está una cueva
Que les sirve á los pastores
De establo para las bestias,
Y si está desocupada
Descansaremos en ella.
Luego que en la cueva entraron,
San José encendió candela
Para defender del frio
A la preciosa doncella.
Esta barre el portalito,
Muchos ángeles con ella;
Siendo allá á la media noche
Nuestra Santa Carpintera
Parió al Salvador del Mundo,
Cuando por los aires suena
La música celestial
Cantando divina letra:
¡Gloria á Dios en la alturas
Y paz al hombre en la tierra!]

 

Adoración de los pastores. Bartolomé Esteban Murillo (1617-1682). Museo del Prado

EL PARTO CELESTIAL (Canto)

[Mandaba en Judea
Herodes fatal;
Cuando entre los hombres
Dios quiso habitar,
Y de una doncella
Su cuerpo tomar.
Virgen venturosa.
Parto celestial.

Hija de David,
Niña singular.
Que aunque desposada
Doncella se está.
Ante ella Gabriel
Su embajada dá.
Virgen venturosa,
Parto celestial.

María responde
Con gran humildad;
Del Señor la esclava
Postrada aquí está:
Segú su palabra
Hágase en mí ya.
Virgen venturosa.
Parto celestial.

Y el poder divino
Obrando eficaz,
María fue vírgen
Y madre á la par,
Cual el sol penetra
Un puro cristal.
Virgen venturosa,
Parto celestial.

Por ásperos montes
La pareja vá:
Camina sufriendo
Con conformidad
Los vientos y escarchas
Frio y temporal.
Virgen venturosa,
Parto celestial.

La doncella pura
Ya no puede mas;
Rendida al cansancio
Fatigada está:

José la consuela,
Tierno y paternal.
Virgen venturosa,
parto celestial.

Por fin el Patriarca
Llegó á divisar
De Belen las torres
Con gozo especial;
María se anima a verlas brillas.
Virgen venturosa,
Parto celestial.

Ya están en Belén,
Pero ¡qué crueldad!
Ninguno en el pueblo
Los quiere hospedar!
Las puertas á Dios
Llegan á cerrar!
Virgen venturosa,
Parto celestial.

De una en otra puerta
Afligidos van,
Buscando un albergue
Donde descansar,
Hasta que encontraron
Un pobre portal.
Virgen venturosa,
Parto celestial.

Medio derribado
El establo está,
Y allí, ¿gran portento,
Digno de admirar!
Descendió del Cielo
La alta Magestad.
Virgen venturosa,
Parto celestial.

Ángeles el Cielo
Se digno enviar
Que por la comarca
El anunció dán
Y van los pastores
Al niño á adorar.

Virgen venturosa,
Parto celestial.

Ay que chiquito,
Dice el pastor Blas,
Por Dios que si crece
Sera un buen zagal;
Dadle una zalea
Que arrecido está.
Virgen venturosa,
Parto celestial.

Vaya mi zampoña,
Dijo Nicolás,
Por que en siendo grande,
la puede tocar,
Que á fe que dá sones
Buenos bailar.
Virgen venturosa,
Parto Celestial.

Calla esaborío,
Dijo otro zagal;
¿A Dios la zampoña,
Vas á regalar?
Dale el corazon,
y el alma que es mas.
Virgen venturosa,
Parto celestial.

Eso está muy bueno,
Respondió Tomas,
Mas los niños comen
Y allá vá ese pan;
Hágasele en sopas
Que le gustarán.
Virgen venturosa,
Parto celestial.

Y así aquella gente
Con sencillo afán
Saben á su modo
A Dios festejar,
Y la madre Virgen
Las gracias les dá.
Virgen venturosa,
Parto Celestial.

Despues acudieron
Melchor y Gaspar
Y su compañero
El rey Baltasar,
A quienes la estrella
Los vino á guiar.
Virgen venturosa,
parto celestial.

Aquellos tres Reyes
Con gran humildad
Oro y mirra ofrecen
Al Dios de la paz,
Que de magestades
Es la magestad.
Virgen venturosa,
Parto celestial.]

 

La Virgen Gitana. Bartolomé Esteban Murillo (1617-1682). Colección Corsini.

LA PREDICCIÓN DE LA GITANA

[Una Gitana se acerca
Al píe de la Virgen pura,
Hinco la rodilla en tierra,
Y le dijo la ventura.
Las cosas que sé,
Oh mi dulce amor,
Las llevo clavadas
En mi corazón.

Madre del amor hermoso,
Así le dice á Maria,
A Egipto irás con el niño
Y José en tu compañía.
Las cosas que sé, etc.

Saldrás á la media noche
Ocultando al Sol divino,
Pasareis muchos trabajos
Durante todo el camino.
Las cosas que sé, etc.

Os irá bien con mi gente,
Os tratarán con cariño.
Los ídolos, cuando entreis,
Vendrán al selo rendidos.
Las cosas que sé, etc.

Mirando al Niño divino
LE decía enternecida:
¡Cuánto tienes que pasar
Lucerito de mi vida!
Las cosas que sé, etc.

La cabeza de este Niño,
Tan hermosa y agraciada,
Luego la hemos de ver
Con espinas traspasada.
Las cosas que sé, etc.

Las manitas de este Niño,
Tan blanca y torneadas,
Luego las hemos de ver
En una Cruz enclavadas.
Las cosas que sé, etc.

Los piececitos del Niño
Tan chicos y sonrosados,
Luego los hemos de ver
Con un clavo taladrados.
Las cosas que sé, etc.

Andarás de monte en monte
Haciendo mil maravillas,
En uno sudarás sangre,
En otros darás la vida.
Las cosas que sé, etc.

Morirá en vera Cruz
Levantada en el Calvario.
Que á tanto te obligará
Ese tu amor estremado.
Las cosas que sé, etc.

La mas cruel de tus penas,
Te la predigo con llanto,
Será que en tus redimidos
Señor hallarás ingratos.
Las cosas que sé, etc.

 

Paisaje de invierno con la Adoración de los pastores. Francisco Collantes (1599-1656). Museo del Prado

LA PASTORÁ DE BELÉN

[La pastora que ahora llega,
Al entrar en el portal,
Halló al niño dormidito
Y lo quiso despertar.
-Mi niño, divino Infante,
Así principió a cantar,
Centinela de Israel
Despierta, despierta ya.
Aunque duerman tus ojitos
No duerma tu corazon
Que corazon tan piadoso
En vela estará mejor.
¿Tú, mi niño, que por grande
El Cielo te viene estrecho
Te reduces á nacer,
En un portal tan pequeño!?
¿Tú, mi niño, siendo el móvil
Que gobierna el Universo
Te sujetas á dolencias
Y á los rigores del tiempo!?
Consiguió la pastorcita
Despertar al niño tierno
Y ella entonces le decía:
-De tus alegrias quiero,
Y te ofrezco de las mias,
Aunque siempre tristes son,
Pero con ellas te brindo
Mi vida y mi corazón.]

 

La huida a Egipto. Willen Van Herp II (1657-1729). Museo del Prado.


EL CIEGO

[Huyendo del fiero Herodes,
Que al niño, quiere perder,
Hacia Egipto se encaminan
María, su hijo y José.
En medio de aquel camino
Pidió el niño de beber;
No pidas agua, mi niño,
No pidas agua, mi bien,
Que los rios vienen turbios
Y no se puede beber.
Andemos mas adelante
Que hay un verde naranjuez
Y es un ciego que lo guarda
Es un ciego que no vé.
-Ciego, dame una naranja
Para callar á Manuel.
-Coja usted las que usted quiera
Que toditas son de usted.
-La Virgen como es tan buena
No ha cogido mas que tres:
Una se la dio á su niño,
Y otra se la dió á José
Otra se quedó en la mano
Para la Virgen oler.
Saliendo por el vallado
El ciego comenzó á ver.
-¿Quien ha sido esta Señora
Que me ha hecho tanto bien?
Será la Vírgen María
Que al que es ciego le hace ver.]



La Natividad. Eugenio Cajés (1574-1634). Museo del Prado


DE NOCHE BUENA (Canto)

[La noche buena se viene,
La noche buena se vá;
Nosotros también nos vamos,
Pero no volvemos mas.

Cuando la Vírgen parió
Se encontró en el portal sola;
Lo primero que acudió
Fue un pastor y una pastora.

Un pastor comiendo sopas
En el aire divisó
Un ángel que le decía:
ya ha nacido el Redentor.

La virgen se fue á lavar
Sus manos blancas al rio:
El sol se quedó parado,
La mar perdió su ruido.

Los pastores de Belen
Todos juntos van por leña,
Para calentar al niño
Que nació la noche buena.

La Vírgen está lavando
y tendiendo en el romero,
Los pajaritos cantaban
Y el agua se iba riendo.

La Vírgen se está peinando;
Su peine de marfil era;
Rayos de sol sus cabellos,
La cinta la primavera.

Todos le llevan al niño,
Yo no tengo que llevarle,
Le llevaré el corazón
Que le sirva de pañales.

Tomad ese capillito,
Hecho de flores está,
Para abrigar la cabeza
De ese niño celestial.

San José era carpintero,
Y la Vírgen costurera,
Y el niño labra la Cruz
Por que ha de morir en ella.

Ven acá con esa bota
Ven acá, yo brindaré
A la salud de María.
Para que crie á Manuel.

Los pastores daban saltos
Y bailaban de contento,
Al par que los angelitos
Tocaban los instrumentos.

La Vírgen iba á Belén,
Le dió el parto en el camino
Y entre, la mula y el buey
Nació el Cordero divino.

LA Virgen va caminando
Va caminado solita,
Y no lleva mas compaña
Que el niño de la manita.

La Vírgen quiso sentarse
Al abrigo de un olivo;
Y las hojas se volvieron
A ver al recién nacido.

En un portalito oscuro,
llenito de telarañas,
Entre la mula y el buey
Nació el Redentor de almas.
La mula le gruñe,
El buey le bajéa,
Y el niño de Dios
Dormido se queda.

En el portal de Belen
Ha nacido un Manolito,
Que dicen que es mas bonito
Que Juanito el de Isabel.

Á Belen, Belen, pastores,
Á ver al nieto de Ana,
Que trae un leon atado
Con una cuerda de lana.

Mientras Maria cortaba
Y hacia las camisitas
¡Qué de lágrimas de amor
Corrian por sus mejillas!

Una pandereta suena,
Yo no sé por donde vá,
Camina para Belen
Hasta llegar al portal.
Al ruidos que llevaba,
El santo José salió;
No me desperteis al niño
Que ahora poco se durmió.
Los ha dormido entre sus brazos
Aquella que lo parió
Y su canto era tan dulce
Que pudo dormir á Dios.

Noche buena y paridita
Pocas la suelen tener,
La Vírgen la tuvo buena;
Noche buena y baron fue.
Claveles y rosas,
La cuna adornad,
En tanto que un ángel
Meciéndola está.

Un soldadito ha llegado;
Como el orbe goza paz
Se queda de centinela
A la puerta del portal.
Y dijo un tambor,
A este niño, que es mi soberano
Generala y marcha
Le tocaré yo,

Esta noche nace el niño
Entre la paja y el hielo,
!Quién pudiera, niño mío,
Vestirte de terciopelo.

San José tenía celos
Del preñado de María.
Y en vientre de su madre
El Niño se sonreia.

Esta noche ha de nacer
Manolito de Jesus,
Para morir por el hombre
Enclavado en una Cruz.

LA Vírgen vá caminando
Por los montes de Judea,
Santa Isabel la recibe
En su casa placentera.
Y San Juan Bautista
Que en su vientre estaba,
Se hinco de rodillas
Y á Dios adoraba.

En el portal de Belén,
Hay Estrella, Sol y Luna,
La Virgen y San José,
Y el niño que está en la cuna.

El Niño Dios se ha perdido,
En el mundo no parece,
Está á la orilla del río
Sentado, pescando peces.

En Belen tocan á fuego,
Del portal sale la llama;
Y es que allí ha nacido aquel
Que en llamas de amor se abrasa.

En el portal de Belén
Nació un clavel encarnado,
Que por redimir al mundo,
Se ha vuelto lirio morado.

Esta noche no dormimos
Que es la santa Noche buena,
Y tenemos que llevarle
A María la enhorabuena.
Ya bien la vieja
Con el aguilando,
Le parece mucho
Le viene quitando.

En el portal de Belen
Gitanitos han entrado,
Y al niño recién nacido
Los pañales le han quitado.
¡Pícaros gitanos,
Caras de aceitunas,
No han dejado al niño
Ropita ninguna!

Este Rey niño Jesus,
De los Cielos baja acá,
Siendo su Real comitiva
María y José no mas.
Por cuna un pesebre,
Por templo un portal,
Eso es lo que encuentra
Su Real Magestad.

Sin ricas ofrendas
No temas llegar,
Que el niño agradece
Tu fé y voluntad.
Del campo las flores
Gratas le serán,
Al que con su risa
Las hace brotar.

Por los campos del Oriente
Sale dando envidia al Sol,
la más bella criatura
Que de mugeres nació.

Bendita la Vírgen pura
Que es relicario de amor,
Porque lleva en sus entrañas
Tan soberano Señor.

A las doce de la noche
Que mas feliz no se vió,
Nació en un Ave María
Sin romper el Alba, el Sol.

Lástima seria el ver
En las mejillas que á penas nació,
Habiendo pacido á penas.

La Vírgen como era pobre
Amasaba en el portal;
El cedazo era de plata
Y la pala de cristal.

A Belen tengo que ir
Aunque me riña mi amo,
Que yo tambien quiero ver
A ese niño soberano.

Los tres Reyes del Oriente
Bajaron en compañía,
Guiados por una estrella
Que á chorros resplandecía;
En la mas oscura noche
Igualaba al claro dia.
Sobre el portal se paró
Porque estaba allí el Mesías.
No te asombres, Virgen pura,
Del tropel de los caballos
Que son los reyes que vienen
A ver á su Dios vasallo.

Cuando la Virgen fue á misa
Al templo de Salomón,
EL vestido que levaba
Era de rayos del Sol.]

 

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