Glorieta de las Brigadas Internacionales. Restos de la Huerta Hernán Cebolla |
Hoy, una ciudad empeñada en no ver más allá de la
muralla y el fielato de la Cruz del Campo, o en el mejor de los casos victima
de la mirada miope hacia su arrabal más temprano y monumental del catálogo
regionalista de su entorno cercano, no es capaz de mirar y menos reconocer, una
parte de su historia y su cultura, por negar la de barrios como Amate, Su
Eminencia, Palmete, Alcosa, Torreblanca o Sevilla Este, entre otros.
Esta parte de la ciudad, o mejor dicho, de la
historia de Sevilla, por nacer en la baja cuna de la distancia fue en su día
juzgada y sentenciada por el Santo Tribunal a una doble condena: la del estigma
de su desarrollo imposible y la del olvido. Los que vivimos al oriente,
portamos así como muestra de nuestra pena doble sambenito, el de la miseria o
la desarticulación de la trama urbana según barrios, y el del vivir más al
oeste de Córdoba que al Este de Sevilla.
Nunca es tarde para presentar el correspondiente
recurso extraordinario por nueva prueba y romper cadenas. Allende de la muralla
y los ensanches, en esta Nueva Sevilla queda mucho por decir y hacer en materia
de patrimonio cultural. Primero conocer y reconocer lo que de ese pasado
también glorioso heredamos y segundo descubrir lo que la arqueología y la
documentación histórica nos enseñe como propio.
Haciendas
y cortijos. Monumentos de la rururbanidad de Sevilla
De un pasado agropecuario no muy lejano, a penas
cincuenta años pasados, nos queda una amplia lista de haciendas y cortijos que
constituyen un primer conjunto patrimonial de valor arquitectónico y
etnográfico que llega a nuestros días con diferente suerte.
Cortijo de San Ildefonso. Parque Tamarguillo. Alcosa |
De algunas haciendas el nuevo barrio o polígono
heredó su nombre como Amate, La Negrilla o su Eminencia. Las dos primeras
cedieron su espacio a la urbanización, desapareciendo como en su día hicieron las
de Buena Esperanza, San José y Hernán Cebolla. Su Eminencia sigue presente
reconvertida a equipamiento municipal, igual que Santa Barbara y la del Pino o
San Antonio rodeadas de viviendas o naves industriales. La del Rosario, condenada
y presa del correspondiente vallado de seguridad, sigue esperando su
rehabilitación o derribo; mientras que el cortijo de San Ildefonso, víctima
recurrente del expolio y vandalismo urbano, perdió toda esperanza de ser centro
de actividad cultural del nuevo parque del Tamarguillo.
Tampoco corrieron mejor suerte las haciendas y
cortijos más alejados de la ciudad; a ellos llegó también la urbanización como
en el caso de la Hacienda de Los Espartales, hoy como no podía ser de otra
forma, polígono homónimo. Otras simplemente desaparecieron o se reconvirtieron
a nave agrícola, como la del Mogollón. Muy pocos mantienen su función original
y siguen siendo en mayor o menor medida complejos agrícolas como la Hacienda de
La Caridad.
El
Patrimonio Industrial. Tareas pendientes
El futuro de otros edificios singulares como el de Cooperativa
Algodonera de Nuestra Señora de Los Reyes en Alcosa, siguen siendo objeto de polémica
y buen ejemplo de una mala gestión patrimonial incapaz de mediar entre la
propiedad privada, la administración pública y el movimiento vecinal que
reclama su protección y rehabilitación.
Antigua Cooperativa Algodonera de Nuestra Señora Virgen del Los Reyes |
Ejemplo también de lo mucho que queda por hacer es
la falta de señalización de los uno de los elementos que en su día no fueron
objeto de derribo. Ahí quedan los restos de parte de la infraestructura
hidráulica de la huerta de Hernán Cebolla, sin que se entienda la relación entre este
personaje histórico de la reconquista y las brigadas Internacionales que dan
nombre a la rotonda donde se ubican. Tampoco se entiende que no se haya profundizado
en su conocimiento y difusión, su relación con otro elemento propio del
patrimonio como los Caños de Carmona que iniciaban su recorrido frente a la Hacienda
de Santa María y del que tomaban agua molinos como los de la Jara en las
tierras de Buena Esperanza, hoy Sevilla Este.
Más ejemplos de tareas pendientes en torno al
patrimonio cultural de esta parte de Sevilla lo encontramos precisamente en lo
industrial. Lo que hoy es el barrio de Sevilla Este fue antes Polígono
Aeropuerto por su proximidad al nuevo pero también al viejo. Del viejo por no
quedar no queda ni el reconocimiento local como tampoco del conocimiento de la
relación del nuevo con el barrio así como de la existencia de otro edificio
cercano como el Hospital Universitario de San Pablo, hoy ruinas y espacio de
encuentro de los amantes de lo paranormal.
El
patrimonio arqueológico. Ese gran desconocido
Cuenta también esta parte de Sevilla con su
patrimonio arqueológico. Ahí están los restos diseminados de su pasado romano
en el entorno de la Hacienda del Rosario y las piezas encontradas en el Cortijo
de San Ildefonso. Pero si hay una parte fundamental de este patrimonio,
pisoteada en su sentido literal y figurado, esa es la Vía Augusta; el camino
viejo de Carmona a Sevilla que hoy perdura como vía de comunicación agraria y
ruta ciclista entre Torreblanca y Tarazona, pero del que muy poco conocemos y
en el que ni academia ni la administración competente han puesto especial
interés.
Camino Viejo Sevilla-Carmona. Vía Agusta. Torreblanca |
No hay comentarios:
Publicar un comentario