Que las Cortijos y Haciendas de la provincia cuentan
con un notable valor cultural es cosa obvia y más que sabida; otra es que dicho
valor sea reconocido, elevado a patrimonio y que dicha patrimonialización sea
algo más que ampliar una determinada lista o catálogo con la inscripción de un
nuevo elemento de valor histórico con carácter general, arquitectónico,
arqueológico, industrial o etnológico, en particular.
Cortijo y Torre de Troya. Imagen: Antonio Rúa |
Troya [1] es un buen ejemplo de cada uno de estos valores
particulares; su torre también lo es del ejercicio fácil de inscripción y
catalogación como Bien de Interés Cultural, así como del difícil y complejo de
su conservación sin que medie entendimiento entre la propiedad, las
administraciones, a veces poco competentes en sus competencias, y otros actores
del territorio a escala local del municipio (El Palmar de Troya) y comarcal (El
Bajo Guadalquivir).
Cortijo de Troya. Detalle. Imagen: Antonio Rúa |
Pero hoy no hablaremos de Troya y su vinculación con
la Banda Morisca, tampoco de la riqueza arqueológica de su entorno o su paisaje,
ni su arquitectura. Nos ocuparemos de uno de sus elementos cerámicos, en este
caso, no de devoción, ni tampoco homenaje a la propiedad, sino relato
extraordinario de aquella nevada histórica del 1954.
Patio y Jardín de Troya. Imagen: Antonio Rúa |
Por estas fechas, cuando ya entrado el invierno el
frío se hace sentir, la prensa local y las redes sociales se llenarán de las
correspondientes crónicas locales e imágenes con más blanco que negro de los
primeros días de febrero de 1954. No haremos aquí narrativa de lo meteorológico
y lo anecdótico, pues desde Maldonado hasta los cronistas locales ya lo
hicieron y seguirán haciendo cada año.
Cortijo de Troya. Crónica de la nevada de 1954. Imagen: Antonio Rúa |
Nos limitaremos a presentaros un ejemplo de esos
valores que como tesoros quedan por descubrir en el medio rural, un conjunto de
40 azulejos relato de aquel episodio meteorológico, y que de la mano de la Fábrica
de Cerámica de Ramos Rejano de Triana [2] y la iniciativa de Doña Regla Miura y
Hontoria, esposa de Don Carlos Piñar y Pickman, dueña de la Finca de Troya, llega a
nuestros días como crónica singular y única en forma de retablo y legado.
EN EL AÑO DE 1954 SIENDO LA SRA. DÑA. REGLA MIURA Y
HONTORIA, ESPOSA DEL SR. D. CARLOS PIÑAR Y PICKMAN, DUEÑA DE ESTA FINCA DE
TROYA DEL TÉRMINO DE UTRERA [3], ACAECIERON ACONTECIMIENTOS ATMOSFÉRICOS SIN
PRECEDENTES CONOCIDOS POR LAS GENERACIONES ACTUALES NI NOTICIAS CONCRETAS DE
ESTA CATEGORÍA EN EL PASADO.
AL COMENZAR ENERO Y DURANTE VEINTE DÍAS SE
PRODUJERON CONSECUTIVAMENTE HELADAS QUE LLEGARON A TRES GRADOS BAJO CEROS,
VINIENDO LA LLUVIA DURANTE DOS DÍAS A CONTINUACIÓN, LO QUE MEJORÓ EL ESTADO DEL
CAMPO, PERO EL DÍA 30 SE REPRODUJERON LAS HELADAS, LLEGANDO … A CINCO GRADOS
BAJO CERO, Y EN LA TARDE DEL DÍA 2 DE FEBRERO UNA NUBE CONTIGUA CASI NEGRA
CUBRIÓ EL CIELO, EMPEZANDO A LLOVER CON VENTISCA ENORME TRANSFORMADA EN
TREMENDA NEVADA QUE EMPEZÓ A LAS NUEVE DE LA NOCHE Y SIGUIÓ SIN INTERRUPCIÓN
HASTA LA MISMA HORA DE LA MAÑANA: ALCANZO LA NIEVE UNA ALTURA DE MÁS DE TREINTA
CENTÍMETROS Y EN ALGUNOS SITIOS HASTA CERCA DEL METRO, CONTINUA SOBRE LA TIERRA
HASTA EL DÍA 8 EN QUE LA DISOLVIÓ EN SU MAYOR PARTE LA LLUVIA CAÍDA POR LA
NOCHE. EL AGUA SE HELÓ EN EL CAMPO Y EN LAS TUBERÍAS, CAUSANDO LA NIEVE ENORMES
DESTROZOS SOBRE TODOS LOS OLIVARES, DONDE A ALGUNOS ÁRBOLES NO LES QUEDÓ MÁS
QUE EL TRONCO, PERPETUÁNDOSE TODO ESTO EN ESTA LÁPIDA PARA CONOCIMIENTO DE LAS
GENERACIONES FUTURAS.
FÁBRICA, RAMOS REJANO (TRIANA) SEVILLA.
XXIV-II-MCMLIV
+INFO
[1] SEVILLA PATRIMONIO. Troya es nombre de mujer
[3] Actualmente término municipal del Palmar de
Troya.
ALMAGRA. Paseo por El Palmar de Troya
ALMAGRA. Paseo por El Palmar de Troya
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