miércoles, 8 de abril de 2020

El Cerro Macareno, La Rinconada

Cerro Macareno. Fuente: Ayuntamiento de La Rinconada

Entre La Rinconada y San José, junto al arroyo Almonazar, en el paisaje llano de la vega del Guadalquivir, dos elevaciones a modo de mesa o colina nos llaman la atención. Se trata de dos formaciones asociadas a la antigua explotación de áridos del entorno que por su importancia arqueológica fueron protegidas a mediados de los 70 como yacimiento arqueológico: El Cerro Macareno.

Este yacimiento es uno de los hitos del patrimonio cultural de la Rinconada que desde lo local es objeto de difusión, investigación y conservación [1]. El último número de la revista SPAL nos regala los resultados de las últimas excavaciones fruto de la colaboración entre el Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Sevilla y el Ayuntamiento de La Rinconada [2].

De su importancia arqueológica nos ocuparemos en su momento, justo en cuanto que podamos visitarlo tras el actual confinamiento y que podamos circular libremente y evitar múltiples explicaciones y debates vanos con las fuerzas del orden sobre si trabajar en la gestión de la cultura y el patrimonio es o no actividad esencial.

Con la entrada de hoy, además ofrecer al lector la posibilidad de profundizar en su conocimiento, queremos llamar la atención sobre dos aspectos fundamentales de la gestión del patrimonio provincial.

Por un lado queremos poner como ejemplo de buen hacer o de buenas prácticas en gestión local del patrimonio la labor del Ayuntamiento de la Rinconada, primero por promover su conocimiento y segundo por iniciar en su día la Declaración como Bien de Interés Cultural. Por mucho que se diga o digan, la gestión local del patrimonio es tarea pendiente en la provincia. Todavía son muchos los responsables municipales que afectados por la miopía cultural de lo cercano no son capaces de ver el patrimonio cultural del municipio más allá de la localidad, o lo que lo mismo, de la iglesia, el convento, la torre o la casa palacio del centro del pueblo, en el mejor de los casos. Tampoco faltan responsables que temen más que a una vara verde el inicio de un nuevo expediente de declaración, entendiendo que el reconocimiento cultural de un espacio o hito de su territorio es más limitación que oportunidad de desarrollo.

Por otro lado, sirva también el Cerro Macareno de ejemplo de la fragilidad de un patrimonio, en este caso, arqueológico, ante una actividad extractiva en el ámbito minero y la vega del Guadalquivir como las graveras, pero también en el de otras comarcas como los Alcores o la Sierra Sur y sus canteras. Queda mucho por hacer en la prevención arqueológica tanto en el sector de la actividad minera, poco dado a esto del patrimonio, como en el propio de la conservación del patrimonio, poco dado, sea por falta de medios, prioridades o desconocimiento, a lo minero o lo alejado del centro o el núcleo de población correspondiente.

Continuará

+INFO:
[1] El Cerro Macareno. Ayuntamiento de La Rinconada

[2] GARCÍA FERNÁNDEZ, Francisco José (2020). Cerro Macareno (La Rinconada, Sevilla): nuevos datos sobre su secuencia de ocupación y rasgos constructivos. SPAL Núm. 29.1 (2020)



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