Sevilla Real: Felipe V (1729-1733)

A lo largo de la historia Sevilla y su provincia ha sido parada y fonda frecuente de la realeza española. Sin ir más lejos, en Écija todavía parecen resonar los vítores de la visita de sus Majestades Felipe VI y Doña Leticia el pasado 6 de febrero.

Por ese mismo mes, pero unos cuantos años atrás, otro Borbón, Felipe y rey, entraba en Sevilla un 3 de febrero de 1729. Desde Extremadura, pasando por Lobón, Fuente del Maestre, Monesterio, Santa Olalla y Castilblanco, Felipe V “El Animoso” se traslada a Sevilla para recuperar precisamente el ánimo y, al parecer, algo de cordura y sosiego, entre cacerías por La Corchuera, Los Palacios del Rey y Quintos; pesquerías en el Guadalquivir y procesiones fernandinas.

La estancia se prolonga para hacer de Sevilla residencia y corte durante varios años. Desde Sevilla Felipe V visitará otras plazas andaluzas como la Isla de León, El Puerto de Santa María y Granada, unas veces por desempeño regio y otras por asueto y descanso veraniego como en el caso de Cazalla de la Sierra y Doñana.

Felipe V regresa a Madrid en 1733 en jornada larga con paradas en Mairena, Fuentes y Écija. En Córdoba seguirá por La Rambla, Monturque y Castro del Río; Andújar, Bailén, La Peñuela, El Viso y Valdepeñas en Jaén; Manzanares y Villarta en Ciudad Real;  Camuñas, Tembleque y Ocaña en Toledo hasta Aranjuez donde llegaron el 22 de junio [1].

Reflejo de aquellos días son las tres ilustraciones de Pedro Tortolero que os presentamos, la entrada en Sevilla de la comitiva real el 3 de febrero de 1729 y la presencia real en el traslado del cuerpo de San Fernando el 15 de mayo de ese mismo año. Los tres grabados forman parte del fondo Antiguo de la Biblioteca de la Universidad de Sevilla [2].

+INFO:

[1] ALFONSO MOLA, Marina; MARTÍNEZ SHAW, Carlos(2003). También Sevilla es Corte. Felipe V en Andalucía (1729-1733). Andalucía en la Historia 1. Enero, 40-47.
[2] Biblioteca Universidad de Sevilla. Espacio Virtual de Exposiciones.