martes, 11 de agosto de 2020

Patrimonio Cultural al Este de Sevilla (II)

 Como casi todo lo que concierne al patrimonio urbano de Sevilla, todo empieza aquende de la muralla y acaba en el templete de la Cruz del Campo. La Guía Monumental de la gerencia de Urbanismo [1] nos dice que “Sevilla cuenta con un valioso y significativo patrimonio urbano repartido por sus calles y plazas. Entre sus esculturas, fuentes ornamentales, retablos o placas conmemorativas, podemos contemplar excepcionales obras artísticas y advertir un profundo valor etnológico enraizado en diversas tradiciones sevillanas”.

Guía (Digital) de Monumentos de Sevilla [1]

Un total de 54 esculturas, 16 fuentes y 24 retablos constituyen este patrimonio mobiliario, amplio y extendido por la Vieja Sevilla, pero olvidado y ausente en los barrios y distritos de la Nueva Ciudad. Del patrimonio olvidado quedó fuera de la guía un monumento que ayer congregó a la flor y nata de lo política local y el andalucismo en torno a la figura de Blas Infante; del ausente, esculturas, retablos y fuentes brillan por su ausencia.

Quizás piense el consistorio que en estos nuevos barrios no hay espacio para el ornato, que no existen figuras simbólicas o personajes históricos a los que dedicar una escultura, tampoco retablos o placas, y que con en el agua ya tiene bastante monumento y trabajo con las obras recurrentes de mantenimiento de la red de abastecimiento.

Esculturas del Patrimonio Mobiliario de Sevilla [1]

En esta parte de la ciudad, la Nueva Sevilla, la política cultural se antoja limitada al ámbito de la animación sociocultural, con una oferta recurrente de talleres y festivales más orientados al ocio y entretenimiento que al desarrollo de valores identitarios, artísticos o patrimoniales.

Se desconoce la historia local, y de la que algo se sabe no se reconoce ni se hace propia, ni por la ciudadanía ni por las administraciones que a nivel municipal o regional tienen las correspondientes competencias y tareas.

Fuentes del Patrimonio Mobiliario de Sevilla [1]

Desde Sevilla Patrimonio reivindicamos para la Nueva Sevilla líneas de intervención cultural complementarias (y por tanto necesarias) en materia de patrimonio, sea material o inmaterial, mueble o inmueble, que permitan profundizar en los elementos de carácter arquitectónico, industrial, etnográfico y documental que esperan ser descubiertos o simplemente desempolvados de los archivos y fototecas municipales.

Aprovechemos eventos como los de ayer con motivo del recuerdo a Blas Infante para mostrar el patrimonio y por tanto la historia de esta parte de Sevilla repleta de personajes ilustres de la Vieja y que de una u otra forma contribuyeron a levantar la Nueva. Ahí quedaron los caballeros y herederos del Repartimiento, ilustres de Sevilla como Arias Montano, los mercaderes franceses y holandeses que levantaron sus haciendas, las hermandades de caridad y trinidad, el alto clero de Sevilla y sus cortijos; pero también los primeros capítulos de la historia de la modernización y transformación del campo andaluz, la aviación y si se quiere, también figuras tan flamencas, taurinas y costumbristas como Joselito El Gallo e Ignacio Sánchez Mejías.

Retablos del Patrimonio Mobiliario de Sevilla. Fuente: [1]

Desde Sevilla Patrimonio seguiremos en nuestro empeño de dar visibilidad a esta Nueva Sevilla y animar a la acción compartida entre la iniciativa ciudadana, pública y privada para la salvaguarda de su patrimonio cultural.

[1] Guía de Monumentos de Sevilla. Gerencia de Urbanismo


lunes, 10 de agosto de 2020

El Cortijo de Hernán Cebolla o de La Gota de Leche

Son contados los días del año en los que la Sevilla Antigua se pasea por las calles o plazas de la Nueva, aquella al este que creció más allá de la Cruz del Campo sobre tierras de huertas, cortijos y dehesas. Hoy es uno de esos días extraños en los que uno de los últimos ensanches de la ciudad se viste de gala y crespón negro para recordar el fusilamiento de Blas Infante.

Cortijo de Hernán Cebolla o de La Gota de Leche

Se hablará mucho del Padre de la Patria Andaluza, de su muerte y circunstancias, incluyendo el Cortijo de Hernán Cebolla como escenario trágico de aquellos días, hoy declarado Bien de Interés Cultural como Sitio de la Memoria Histórica e incluido en el Catálogo Periférico del PGOU con escaso desarrollo. De su historia y memoria, la del “cortijo”, nos ocupamos hoy a modo de introducción de próximas entradas.

Pabellón del Aceite. Exposición Iberoamericana. Fuente: ABC 29/07/1982.

Poco sabemos del personaje histórico que da nombre el “cortijo”. Hernán Cebolla o Cebollilla, fue padre de Alonso Fernández Cebollilla, uno los valerosos sevillanos que siguieron a D. Alonso Pérez de Guzmán a Marruecos en 1276 [1] y acompañaron en 1288 a Doña María Alonso Coronel a España [2]. De su memoria quedó la heredad de Hernán Cebolla, bien nombrada en la comarca según Zúñiga.

La Gota de Leche y su entorno. 1950s

Las tierras de Hernán Cebolla se extenderían por buena parte de las barriadas del actual Distrito Norte de Sevilla y el barrio de Sevilla Este, incluyendo la Hacienda de Campo Rico, cuyo propietario en 1869, el duque de Luque se refiere a Campo Rico y Hernán Cebolla como una única propiedad [3]. Aparecen también como propietarios de al menos parte de las tierras de Hernán Cebolla otros personajes ilustres de Sevilla como Ignacio Sánchez Mejías e Ildefonso Marañón y Lavín, que tanto tuvieron que ver con los orígenes del Viejo y Nuevo Aeropuerto, y los barrios de Alcosa y Sevilla Este.

La Gota de Leche y su entorno. 1970s

Del “Cortijo” poco que decir, pues de cortijo, cortijo como los del entorno y la arquitectura popular, parece tener poco. Según Abel Infanzón [4] el edificio sería obra de Vicente Traver y Tomás, autor también de otros edificios singulares de la Vieja Sevilla como el Casino de la Exposición, iglesias de Corpus Christi o los Almacenes de Banesto, entre otros. Se inspiraría Traver para este proyecto en uno de los edificios emblemáticos de la arquitectura blanca de Juan Talavera, el desaparecido Pabellón del Aceite de la Exposición Iberoamericana. El edificio se construyó entre 1929 y 1930, colocando la primera piedra la mismísima reina Victoria Eugenia un 2 de noviembre de 1929 a las cuatro de la tarde, hora extraña para una jornada regia [5].

La Gota de Leche y su entorno. 2010s

No sabemos si hubo un cortijo anterior que llevará el nombre de Hernán Cebolla sobre la finca en la que se alza el edificio actual, que sí consta como Huerta de Clarisas de Sevilla y sede de la Institución Benéfica de la Gota de Leche. El único edificio que toma el nombre del personaje es la Casa o Hacienda de Hernán Cebolla a poco más de 2 km. De esta edificación nada queda salvo los restos del aljibe y pozo de su huerta frente al Palacio de Congresos de Sevilla, víctima como la Hacienda de Buena Esperanza de la piqueta en aras del nuevo Polígono Residencial Aeropuerto de los 80 del pasado siglo, hoy Sevilla Este [6].

 

[1] Anales eclesiásticos y seculares de la muy noble y muy leal ciudad de Sevilla que contienen sus más principales memorias desde el año de 1246 hasta el de 1671 formados por Diego Ortiz de Zúñiga. Madrid, Imprenta Real 1677. Libro I. página 113.

[2]  Libro I. página 145.

[3] Documentación relativa a la reclamación presentada por Cristóbal Fernández de Córdoba Rojas, VIII conde de Luque, contra el deslinde practicado en la vereda llamada de Carne o Cordel, que atraviesa la hacienda de Campo Rico en Sevilla, de su propiedad. 1869.

[4] ABEL INFANZÓN. El cortijo de Hernán Cebolla o Gota de Leche, de Vicente Traver. ABC de Sevilla (29/07/1982).

[5] La Vanguardia (03/11/1929).

[6] SEVILLA PATRIMONIO (2020). Patrimonio Cultural al Este de Sevilla.