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| Feria de la Seda de Los Molares. 4-6 de octubre |
La recreación histórica de lo antiguo, de la vida y
avatares de los mercados del Medievo, de los dimes y diretes de unos y otros de
turbante y celada, y hasta del encuentro y desencuentro de seguidores de
Pompeyo y Cesar en tiempos de la Bética, es una vía, cuanto menos divertida, de
viajar al pasado y, en su caso, formar parte del espectáculo.
En la Provincia contamos con mercados y jornadas medievales
como las de Alanís, Alcalá de Guadaíra, Alcalá del Río, Alcolea, Benacazón,
Camas, Coria del Río, Gerena, Gines, Lora del Río, Mairena del Aljarafe, Los
Molares, El Palmar de Troya, Pedrera, Pilas, La Puebla de Los Infantes, El
Saucejo, Villanueva del Río y Minas y Villaverde del Río; mercados barrocos
como los de Écija, Lebrija, Herrera y Olivares; recreaciones romanas en la
Alameda de Hércules de Sevilla, La Algaba y Santiponce; e incluso de las
andanzas de Riego en Las Cabezas de San Juan.
Si además la recreación se dota del correspondiente
contenido y continente histórico, y cuenta con la implicación de la población
local y la colaboración institucional, la experiencia es redonda.
Éste es el caso de la Feria de la Seda de Los
Molares, organizada por la Asociación homónima con la colaboración del
Ayuntamiento de Los Molares y la Diputación de Sevilla. Esta nueva edición se
celebrará del 4 al 6 de octubre como homenaje general a la importancia
comercial que Los Molares alcanzó a finales del siglo XV y su Feria (1465) de brocados
y otras mercaderías, y en particular, a la figura de Don Fadrique Enríquez de
Ribera, a la sazón, marques de Tarifa, conde de Los Molares y peregrino de Tierra
Santa allá por el año 1518, mientras que Magallanes por esos día trataba de iniciar
su viaje a las Islas de la Especiería.
Y si por si fuera poco su contenido histórico, lúdico
y recreativo, la Feria de la Seda suma a su oferta un continente y escenario espectacular,
el Castillo de Los Molares, hito fundamental del patrimonio arquitectónico y
defensivo asociado a las tierras de frontera bajomedieval y banda morisca en la
provincia de Sevilla, la Iglesia de Santa Marta de estilo mudéjar, el alfar y los
hornos romanos de El Palomar en la misma localidad, y todo un conjunto de
espacios cercanos en su entorno inmediato cargados de historia y agua como la Torre
del Bao y la Fuente de La Higuera, entre otros. ¿Te lo vas a perder?
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